TESHUVÁ
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"Si yo pudiese vivir mi vida otra vez, la viviría de la misma manera". Esta frase se la escuché decir a muchas personas. La primera impresión que me causaron fue enojo. Tal vez por el estilo pedante y omnipotente. Tal vez porque conocía a las personas y todas las que afirmaban esto, sin excepción, eran individuos autoritarios e insensibles. Vivir de la misma manera, significa más que no haber aprendido nada de los errores pasados. Significa no reconocer los errores. Y significa también una burla a la posibilidad de hacer de nuestras vidas una bendición. No hay frase tan alejada del espíritu de los judíos como ésta. Descubre una triste incapacidad de hacer Teshuvá. Si por un momento, pensamos en hacer este ejercicio de suponer que podríamos llegar a vivir todo otra vez... ¿Qué es lo que haríamos diferente?
¿De
¿ de ¿De qué nos arrepentiríamos?
Seguramente nos arrepentiríamos de no amar lo suficiente, de no creer lo suficiente, de sospechar y de sembrar chismes y habladurías. Lo más probable es que nos arrepentiríamos de no dedicarnos a ser, el tiempo que dedicamos a tener mas y mas cada día, de no poder ver nuestros tesoros más preciados y que tenemos bien cerca: Nuestros afectos, nuestra familia y nuestros amigos. Tal vez nos arrepentiríamos de haber podido hacer el bien y no haberlo hecho. O de haber podido no hacer daño y a propósito o sin querer, haber herido y lastimado a otras personas. Yo me arrepentiría de no perdonar y de no perdonarme, de ser tan intolerante y tan exigente, de enceguecerme con las metas y no saber disfrutar de los caminos hacia ellas. Me arrepentiría de los momentos sagrados que no valoré, de los valores a los que no fui fiel, de no agradecer por la salud de la que gocé, del pan que nunca me faltó y de la belleza de la Creación que no fui capaz de ver, ni escuchar, ni oler. Me arrepentiría de todo lo que quiero decirles a mis muertos y no hice: de cuanto los amo, de cuanto me hacen falta, de cuanto los extraño. Me arrepentiría de las elecciones que con los años sé que fueron erradas, y de aquellas que no me animé a tomar, por miedo o por vergüenza. Es cierto. Hay muchas decisiones de las que no me arrepiento, pero sería muy necio decir que no me arrepiento de nada. El próximo shabat es Yom Kippur. Hoy, nuestra tradición nos dice que lo intentemos. Que hagamos el ejercicio. No porque sea posible volver a vivir el tiempo pasado, sino porque todavía hay tiempo. Hay tiempo para vivir como Hashem quiere. Hay tiempo para ser feliz. Hay tiempo para volver a enfocar nuestras metas. Para este tiempo de Vida que nos queda por vivir,hasta que Mashiaj venga de nuevo. Para que así seamos más conscientes de aquello en lo que no queremos volver a equivocarnos. Para no usar más excusas sin sentido;para todo esto, es importante el balance y el arrepentimiento. Ya no es sólo un juego de la imaginación. Es la posibilidad concreta y real de ser uno mismo y elegir que tipo de Vida vivir. Y otro elemento más. En general, las personas que dicen no arrepentirse de nada, son también ignorantes. Son personas que no sólo no ven sus errores. Tampoco reconocen la experiencia de otros y lo que esta experiencia les puede dar. Por eso pareciera ser un buen amigo de la Teshuvá, junto con la oración, también el estudio de la Torá. Algo de lo que muchos tendríamos que repensar, arrepentirnos y tomar una firme determinación: Dedicar un tiempo por semana al estudio, y un tiempo por semana al trabajo comunitario. Si mi primer reacción a la falta de Teshuvá puede ser enojo frente a la soberbia, la segunda es descrédito. La persona que habla sin saber y que cultiva el "hay que" pero no hace nada, pierde a los ojos de los demás toda credibilidad. Poco a poco nadie cree lo que dice y creo que con el tiempo hasta él mismo no se cree. Pero mi reacción ante la falta de Teshuvá de todos, comenzando por la mía propia, junto con el enojo y el descrédito, incluye una cuota de tristeza y angustia: La del Tiempo implacable que no vuelve más. E incluye también el imperioso deseo de renovación, para saber vivir mejor ese otro tiempo que aun me queda y que está por venir.
"Si pudiese vivir la Vida otra vez, la viviría mejor", porque mi Teshuvá me permitiría vivirla mejor.
4
¡Shúva Israel!
¡Arrepintámonos Israel!
E intentemos vivir una Vida mejor.
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