Parashá No. 9 – Vaiéshev / Y habitó
Bereshít / En el principio / Génesis 37 : 1 – 40 : 23
37:1 Y habitó Ya'akov en la tierra de las peregrinaciones de su padre, en la tierra de Kenaán.
Habitar en Su Presencia
Por el Rab. Ntanel Gomescásseres
Verdaderamente, estudiar la Toráh, es fascinante.
Las historias que ella nos cuenta, son hermosas.
Sobre todo, cuando no nos quedamos únicamente en su lectura.
La verdadera ricura de la Toráh, aparece cuando meditamos en lo que hemos leído.
Y sobre todo, cuando encontramos aplicación de lo aprendido, para nuestra vida diaria.
Haciendo alusión al nombre de la parashá / porción semanal: Vaiéshev / Y habitó.
Y también, teniendo en cuenta el primer pasúk / versículo.
En esta semana, dedicaremos este comentario a estudiar lo que significa: HABITAR en la presencia del Eterno.
Y cuando hablamos de HABITAR en Su presencia, debemos tener en cuenta algo:
Que los que HABITAMOS en Su presencia, somos los que andamos en Sus caminos, a través de la obediencia a Sus mandamientos.
Cuando no nos importan Sus mandamientos, es imposible que estemos HABITANDO en Su presencia.
Cuando nuestro caminar diario está sujeto a Su voluntad, podemos decir que HABITAMOS en Su presencia.
Ya’akov estaba HABITANDO en Kenaán, porque El Eterno se lo había ordenado.
Ya’akov, HABITABA en Su presencia.
El Eterno tiene muchos planes, para quienes HABITAN en Su presencia.
Ya’akov y sus hijos, no eran una excepción.
Quiere El Eterno que aprendamos con esta enseñanza, que cuando se HABITA en Su presencia, cualquier cosa puede pasar.
Y que no somos quien para juzgar el porqué, o el para qué suceden las cosas.
El Eterno, es soberano.
Él es quien decide.
Sus planes son perfectos.
37:2 Estas son las historias de la familia de Ya'akov.
Ya todos nos conocemos todas esas historias.
Si miramos cada una de esas historias, nos daremos cuenta que sucedieron cosas inverosímiles.
Sucedieron cosas, que a cualquiera de nosotros nos sorprenderían.
Cuando estudiamos la Toráh, y la conocemos de principio a fin, nos damos cuenta de los propósitos del Eterno en cada caso.
Pero, sucede lo mismo en nuestra vida diaria?
Cuando sucede algo inesperado en nuestra vida, decimos que algún propósito tendrá El Eterno con lo que está pasando?
O mas bien, nos sentimos desesperanzados, abatidos, derrotados?
Cual ha sido la HISTORIA de nuestra vida, desde que estamos HABITANDO en la presencia del Eterno?
Cuando estudiamos la HISTORIA de la familia de Ya’akov, parece una telenovela de nuestros días.
Llena de intrigas, de odios, de gente mala, de gente buena.
Pero, si escudriñamos cada caso, todo estaba en el libreto que El Eterno estaba desarrollando, de acuerdo a Sus planes.
Sigamos mirando lo que la Toráh nos narra, y nos daremos cuenta de todo esto.
37:2 Estas son las generaciones de Ya'akov. Yosef, teniendo la edad de diecisiete años, estaba apacentando el ganado con sus hermanos; y estaba, como muchacho, con los hijos de Bilhá y con los hijos de Zilpá, mujeres de su padre; y llevaba Yosef noticias malas de ellos a su padre.
Todo comienza, con este comentario de la Toráh.
Yosef, se convierte en el chismoso de la familia.
El Eterno, tenía un propósito en todo eso:
Que los hermanos le tuvieran rabia, fastidio.
Pero, había que incrementar ese odio contra Yosef, y para eso :
37:3 Y amaba Israel a Yosef más que a todos sus hijos, por ser él hijo de su vejez; y le hizo una túnica talar (y de diversos colores).
La preferencia de Ya’akov sobre Yosef, la podríamos ver como un error en la paternidad de Ya’akov.
Él, debía tratar a todos sus hijos por igual.
Es lo correcto, lo recomendable.
Pero, en los planes del Eterno estaba que Ya’akov fuera así.
Que tuviera preferencia por Yosef.
Y los resultados, se veían rapidito:
37:4 Y viendo sus hermanos que a él amaba su padre más que a todos sus hermanos, le odiaban, y no podían hablarle pacíficamente.
Pero, eso no era suficiente.
Aparece la faceta de “Yosef el soñador”, con el mismo propósito de parte del Eterno:
37:5 Y Yosef soñó un sueño, y lo contó a sus hermanos, y ellos le odiaron más todavía.
Lo veían como el creído, el sabelotodo, el que se ufanaba.
37:8 Y le dijeron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros? ¿O gobernarás tú sobre nosotros? Y aumentaron más su aborrecimiento hacia él a causa de sus sueños y sus palabras.
Y los aparentes “errores” de Ya’akov, seguían apareciendo:
37:13 y dijo Israel a Yosef: Ciertamente tus hermanos están apacentando en Shejem; ven y te enviaré a ellos. Y le respondió: Heme aquí.
A quien se le ocurriría semejante cosa?
Era como mandar a la oveja a la cueva de los lobos.
Alguien podría decir, que Ya’akov no estaba al tanto del odio que Yosef despertaba entre sus hermanos.
Pero, la Toráh nos insinúa que Ya’akov si sabía:
37:11 Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre guardó la cosa (en su mente).
En otro pasúk / versículo, la traducción Reina Valera no nos dice mucho:
37:14 “E Israel le dijo: Ve ahora, mira como están tus hermanos”
En hebreo, hay mucha mas enseñanza:
37:14 Vayomer lo lej-na re'eh et-shlom ajeyja
La traducción mas correcta, sería:
37:14 Y él dijo: Te ruego que vayas y veas cómo está el shalom (la paz) de tus hermanos
En otras palabras, lo que le estaba diciendo, es que fuera y se diera cuenta si ya los hermanos estaban en shalom con Yosef.
A quien se le hubiera ocurrido eso?
Era como si mamá ratona le dijera al ratoncito: Hazle una visita al gato, para ver si aún le gustan los ratones!!!!!!!!!!!
A nosotros, todo esto nos parece absurdo.
Pero, eran los “errores” que Ya’akov tenía que cometer, para que la voluntad del Eterno se cumpliera.
Y, todo se desenvolvía conforme a esa voluntad.
Pensaron matarlo, pero El Eterno no lo permitió.
Eso no hacía parte del plan de Él, para Yosef y sus hermanos.
37:27 Venid y lo venderemos a los ismaelitas, mas no pongamos nuestra mano sobre él, porque es nuestro hermano, nuestra misma carne. Y obedecieron sus hermanos;
37:28 y pasaron los hombres midianitas, que eran mercaderes; y los hermanos sacaron a Yosef alzándolo del pozo, y vendieron a Yosef a los ismaelitas por veinte shekels de plata, y éstos llevaron a Yosef a Egipto.
La fase uno, del propósito del Eterno, ya se había cumplido:
Yosef, ESTABA EN EGIPTO.
Era la manera como El Eterno iba tejiendo sus hilos, para preparar nuestra estancia como pueblo en Egipto.
Esa estancia era necesaria, para nuestra madurez espiritual.
Sin esa estancia en Egipto, no podríamos desempeñar nuestro papel como pueblo del Eterno, de una manera eficiente.
Aún antes de haber nacido el pueblo de Israel, ya El Eterno lo había anunciado al bisabuelo de Yosef (Avraham) :
15:13 Y dijo Elohim a Avram: Sabrás con certeza que tu descendencia será peregrina en tierra no suya, y los harán servir y los afligirán cuatrocientos años.
Como haría El Eterno, para que esa profecía se cumpliera?
Ya me imagino lo que estaríamos pensando, si nosotros hubiéramos sido El Eterno :
“Amados hijos míos: tengan la amabilidad de mudarse para Egipto, allá van a ser esclavos, pero tranquilos, que yo los voy a sacar de allá después de cuatrocientos años”
Y entonces nosotros, el pueblo de Israel, todos juiciositos y obedientes, marcharíamos hacía Egipto.
No, así no trabaja El Eterno.
Nuestro hacedor, nos conoce perfectamente.
Él sabe como hacernos marchar, por donde Él quiere.
Él, en la profecía, no le dijo a Avram, ni cuando, ni donde.
Así trabaja Él.
Nosotros, queremos que El Eterno nos lo de todo masticadito:
Cuando, donde, como, porqué, y para qué.
Muchos de nosotros, admiramos a Yosef.
Muchos de nosotros, quisiéramos ser como Yosef.
Pero, a nuestra manera.
Que en un abrir y cerrar de ojos, seamos transformados en Yosef.
A la manera del Eterno, la cosa es distinta.
Fueron trece años de sufrimientos, los que le tocó pasar a Yosef, para llegar a ser el segundo de Faraón en Egipto.
Pero, a Yosef lo único que le importaba era :
39:2 “Y Yahwéh estaba con Yosef”
Yosef, HABITABA en Su presencia.
Fueron años de “injusta” esclavitud.
Fueron años de “injusta” cárcel.
Después de eso, fueron casi catorce años mas, para que Yosef pudiera entender el porqué El Eterno quería que él fuera a Egipto.
Yosef, creía que el propósito único del Eterno, era darle alimentación a su familia, en esa época de hambre.
Y, seguramente Yosef se murió sin entender, que todo hacía parte de un plan mucho mas amplio.
Que el pueblo de Israel estuviera de esclavo en Egipto, para que pudieran ver las maravillas del Eterno, cuando Él los sacara de allí.
El Eterno espera, que de aquí en adelante, ya no nos quejemos tanto.
Sobre todo, de nuestros “errores”.
Zejaryáh / Zac. 2: 13
“Calle toda carne delante de Yahwéh; porque Él se ha levantado de Su Santa morada”
Seamos humildes, y sepamos que El Eterno todo lo tiene bajo Su control.
Dejémonos llevar, dejémonos guiar, por Su Palabra.
Preocupémonos solamente, por HABITAR en Su presencia.
Los resultados, se los dejamos a Él.
Romaniím / Rom. 8 : 28
“Y sabemos que a los que aman a Elohim (los que HABITAN en Su presencia), todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados”
Shabat Shalom, y que la luz de Yashúa HaMashíaj, resplandezca durante la celebración de Januka.
Rab. Ntanel Gomescásseres
___________________________________________________________
Si tienes alguna opinión a favor o en contra de este comentario, o tienes alguna pregunta al respecto, puedes escribir a:
judaismomenorah@gmail.com
Con gusto te responderemos.
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Aníbal Gomezcaceres Ochoa - Cel. (0057) 310- 246 65 79 Bogotá - Colombia.
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Verdaderamente, estudiar la Toráh, es fascinante.
Las historias que ella nos cuenta, son hermosas.
Sobre todo, cuando no nos quedamos únicamente en su lectura.
La verdadera ricura de la Toráh, aparece cuando meditamos en lo que hemos leído.
Y sobre todo, cuando encontramos aplicación de lo aprendido, para nuestra vida diaria.
Haciendo alusión al nombre de la parashá / porción semanal: Vaiéshev / Y habitó.
Y también, teniendo en cuenta el primer pasúk / versículo.
En esta semana, dedicaremos este comentario a estudiar lo que significa: HABITAR en la presencia del Eterno.
Y cuando hablamos de HABITAR en Su presencia, debemos tener en cuenta algo:
Que los que HABITAMOS en Su presencia, somos los que andamos en Sus caminos, a través de la obediencia a Sus mandamientos.
Cuando no nos importan Sus mandamientos, es imposible que estemos HABITANDO en Su presencia.
Cuando nuestro caminar diario está sujeto a Su voluntad, podemos decir que HABITAMOS en Su presencia.
Ya’akov estaba HABITANDO en Kenaán, porque El Eterno se lo había ordenado.
Ya’akov, HABITABA en Su presencia.
El Eterno tiene muchos planes, para quienes HABITAN en Su presencia.
Ya’akov y sus hijos, no eran una excepción.
Quiere El Eterno que aprendamos con esta enseñanza, que cuando se HABITA en Su presencia, cualquier cosa puede pasar.
Y que no somos quien para juzgar el porqué, o el para qué suceden las cosas.
El Eterno, es soberano.
Él es quien decide.
Sus planes son perfectos.
37:2 Estas son las historias de la familia de Ya'akov.
Ya todos nos conocemos todas esas historias.
Si miramos cada una de esas historias, nos daremos cuenta que sucedieron cosas inverosímiles.
Sucedieron cosas, que a cualquiera de nosotros nos sorprenderían.
Cuando estudiamos la Toráh, y la conocemos de principio a fin, nos damos cuenta de los propósitos del Eterno en cada caso.
Pero, sucede lo mismo en nuestra vida diaria?
Cuando sucede algo inesperado en nuestra vida, decimos que algún propósito tendrá El Eterno con lo que está pasando?
O mas bien, nos sentimos desesperanzados, abatidos, derrotados?
Cual ha sido la HISTORIA de nuestra vida, desde que estamos HABITANDO en la presencia del Eterno?
Cuando estudiamos la HISTORIA de la familia de Ya’akov, parece una telenovela de nuestros días.
Llena de intrigas, de odios, de gente mala, de gente buena.
Pero, si escudriñamos cada caso, todo estaba en el libreto que El Eterno estaba desarrollando, de acuerdo a Sus planes.
Sigamos mirando lo que la Toráh nos narra, y nos daremos cuenta de todo esto.
37:2 Estas son las generaciones de Ya'akov. Yosef, teniendo la edad de diecisiete años, estaba apacentando el ganado con sus hermanos; y estaba, como muchacho, con los hijos de Bilhá y con los hijos de Zilpá, mujeres de su padre; y llevaba Yosef noticias malas de ellos a su padre.
Todo comienza, con este comentario de la Toráh.
Yosef, se convierte en el chismoso de la familia.
El Eterno, tenía un propósito en todo eso:
Que los hermanos le tuvieran rabia, fastidio.
Pero, había que incrementar ese odio contra Yosef, y para eso :
37:3 Y amaba Israel a Yosef más que a todos sus hijos, por ser él hijo de su vejez; y le hizo una túnica talar (y de diversos colores).
La preferencia de Ya’akov sobre Yosef, la podríamos ver como un error en la paternidad de Ya’akov.
Él, debía tratar a todos sus hijos por igual.
Es lo correcto, lo recomendable.
Pero, en los planes del Eterno estaba que Ya’akov fuera así.
Que tuviera preferencia por Yosef.
Y los resultados, se veían rapidito:
37:4 Y viendo sus hermanos que a él amaba su padre más que a todos sus hermanos, le odiaban, y no podían hablarle pacíficamente.
Pero, eso no era suficiente.
Aparece la faceta de “Yosef el soñador”, con el mismo propósito de parte del Eterno:
37:5 Y Yosef soñó un sueño, y lo contó a sus hermanos, y ellos le odiaron más todavía.
Lo veían como el creído, el sabelotodo, el que se ufanaba.
37:8 Y le dijeron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros? ¿O gobernarás tú sobre nosotros? Y aumentaron más su aborrecimiento hacia él a causa de sus sueños y sus palabras.
Y los aparentes “errores” de Ya’akov, seguían apareciendo:
37:13 y dijo Israel a Yosef: Ciertamente tus hermanos están apacentando en Shejem; ven y te enviaré a ellos. Y le respondió: Heme aquí.
A quien se le ocurriría semejante cosa?
Era como mandar a la oveja a la cueva de los lobos.
Alguien podría decir, que Ya’akov no estaba al tanto del odio que Yosef despertaba entre sus hermanos.
Pero, la Toráh nos insinúa que Ya’akov si sabía:
37:11 Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre guardó la cosa (en su mente).
En otro pasúk / versículo, la traducción Reina Valera no nos dice mucho:
37:14 “E Israel le dijo: Ve ahora, mira como están tus hermanos”
En hebreo, hay mucha mas enseñanza:
37:14 Vayomer lo lej-na re'eh et-shlom ajeyja
La traducción mas correcta, sería:
37:14 Y él dijo: Te ruego que vayas y veas cómo está el shalom (la paz) de tus hermanos
En otras palabras, lo que le estaba diciendo, es que fuera y se diera cuenta si ya los hermanos estaban en shalom con Yosef.
A quien se le hubiera ocurrido eso?
Era como si mamá ratona le dijera al ratoncito: Hazle una visita al gato, para ver si aún le gustan los ratones!!!!!!!!!!!
A nosotros, todo esto nos parece absurdo.
Pero, eran los “errores” que Ya’akov tenía que cometer, para que la voluntad del Eterno se cumpliera.
Y, todo se desenvolvía conforme a esa voluntad.
Pensaron matarlo, pero El Eterno no lo permitió.
Eso no hacía parte del plan de Él, para Yosef y sus hermanos.
37:27 Venid y lo venderemos a los ismaelitas, mas no pongamos nuestra mano sobre él, porque es nuestro hermano, nuestra misma carne. Y obedecieron sus hermanos;
37:28 y pasaron los hombres midianitas, que eran mercaderes; y los hermanos sacaron a Yosef alzándolo del pozo, y vendieron a Yosef a los ismaelitas por veinte shekels de plata, y éstos llevaron a Yosef a Egipto.
La fase uno, del propósito del Eterno, ya se había cumplido:
Yosef, ESTABA EN EGIPTO.
Era la manera como El Eterno iba tejiendo sus hilos, para preparar nuestra estancia como pueblo en Egipto.
Esa estancia era necesaria, para nuestra madurez espiritual.
Sin esa estancia en Egipto, no podríamos desempeñar nuestro papel como pueblo del Eterno, de una manera eficiente.
Aún antes de haber nacido el pueblo de Israel, ya El Eterno lo había anunciado al bisabuelo de Yosef (Avraham) :
15:13 Y dijo Elohim a Avram: Sabrás con certeza que tu descendencia será peregrina en tierra no suya, y los harán servir y los afligirán cuatrocientos años.
Como haría El Eterno, para que esa profecía se cumpliera?
Ya me imagino lo que estaríamos pensando, si nosotros hubiéramos sido El Eterno :
“Amados hijos míos: tengan la amabilidad de mudarse para Egipto, allá van a ser esclavos, pero tranquilos, que yo los voy a sacar de allá después de cuatrocientos años”
Y entonces nosotros, el pueblo de Israel, todos juiciositos y obedientes, marcharíamos hacía Egipto.
No, así no trabaja El Eterno.
Nuestro hacedor, nos conoce perfectamente.
Él sabe como hacernos marchar, por donde Él quiere.
Él, en la profecía, no le dijo a Avram, ni cuando, ni donde.
Así trabaja Él.
Nosotros, queremos que El Eterno nos lo de todo masticadito:
Cuando, donde, como, porqué, y para qué.
Muchos de nosotros, admiramos a Yosef.
Muchos de nosotros, quisiéramos ser como Yosef.
Pero, a nuestra manera.
Que en un abrir y cerrar de ojos, seamos transformados en Yosef.
A la manera del Eterno, la cosa es distinta.
Fueron trece años de sufrimientos, los que le tocó pasar a Yosef, para llegar a ser el segundo de Faraón en Egipto.
Pero, a Yosef lo único que le importaba era :
39:2 “Y Yahwéh estaba con Yosef”
Yosef, HABITABA en Su presencia.
Fueron años de “injusta” esclavitud.
Fueron años de “injusta” cárcel.
Después de eso, fueron casi catorce años mas, para que Yosef pudiera entender el porqué El Eterno quería que él fuera a Egipto.
Yosef, creía que el propósito único del Eterno, era darle alimentación a su familia, en esa época de hambre.
Y, seguramente Yosef se murió sin entender, que todo hacía parte de un plan mucho mas amplio.
Que el pueblo de Israel estuviera de esclavo en Egipto, para que pudieran ver las maravillas del Eterno, cuando Él los sacara de allí.
El Eterno espera, que de aquí en adelante, ya no nos quejemos tanto.
Sobre todo, de nuestros “errores”.
Zejaryáh / Zac. 2: 13
“Calle toda carne delante de Yahwéh; porque Él se ha levantado de Su Santa morada”
Seamos humildes, y sepamos que El Eterno todo lo tiene bajo Su control.
Dejémonos llevar, dejémonos guiar, por Su Palabra.
Preocupémonos solamente, por HABITAR en Su presencia.
Los resultados, se los dejamos a Él.
Romaniím / Rom. 8 : 28
“Y sabemos que a los que aman a Elohim (los que HABITAN en Su presencia), todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados”
Shabat Shalom, y que la luz de Yashúa HaMashíaj, resplandezca durante la celebración de Januka.
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